Sufriendo, eternamente, tu venganza. La vida cruzaré, buscando, tu querer. Perdóname, si alguna vez, sin quererlo, te engañé. Pues no hay nadie como tú, vida de mi alma. Apiádate de mi sufrir, no me guardes más rencor. La maldad y el desamor, fueron tu venganza. Inútil, es llorar, si ya no tengo llanto. Lo he gastado, por el dolor, de mi pena.