En los 90, La2 era todo un hervidero de propuestas asociadas a la cultura juvenil, sobre todo hermanadas con toda suerte de propuestas innovadoras (¿recordáis lo de "Para una inmensa minoría"?). Se puede decir que fue ésta la etapa más fructífera en cuanto a contenidos musicales se refiere, y aunque mitifiquemos los ochenta, durante la primera mitad de los noventa la tecla más desgastada del mando a distancia era sin duda la del número 2.
RÁPIDO fue uno de esos programas; metido con calzador en la programación nocturna, su endiablada velocidad apenas te dejaba tiempo para asimilarlo, pero en poco tiempo te ponía al día de todo lo que interesaba, y eso era de agradecer. Va por ti, 'treintañero' Antonio.
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